Son pequeños insectos que viven en la cabeza. No transmiten ninguna enfermedad, pero si atraviesan la piel debido al sangrado pueden causar infecciones.
El picor no es producido por la picadura, sino por la reacción a la saliva del parásito. Se alimentan fundamentalmente de sangre.
Cada hembra pone entre 6 y 10 liendres cada día y al cabo de ocho días nace el piojo. A las dos semanas siguientes el piojo se convierte en adulto y comienza a multiplicarse. La liendre está fuertemente adherida y pegada a la piel porque necesitan calor para incubarse.
Aunque el contacto se produce normalmente por contacto directo pelo con pelo, ni vuelan ni saltan, en algunos casos se pueden transmitir por contacto de la cabeza con tejidos. El siguiente vídeo lo resume de forma clara.
Para su diagnóstico se suele aplicar crema suavizante, que les impide moverse, y luego pasar un peine para retirar el mayor número de liendres posible.
El tratamiento es diferente para los menores de 2 años y para los mayores. En los últimos años los piojos han manifestado cierta resistencia a los productos más comunes. Esta resistencia por un lado fue adquirida debido al mal uso de los champús o lociones antipiojos porque la gente deja de usarlos una vez que no observa los parásitos. El problema está en que no tienen efecto sobre todos los estadíos y cuando las liendres nacen la persona vuelve a estar infectada. Su evolución natural hace que los medicamentos no tengan tanta eficacia y obliga a los laboratorios a crear otros más efectivos.
Se pueden prevenir siguiendo una serie de reglas:
- Evitar poner en contacto la cabeza con la de alguien que está infectado.
- No compartir gorros con las otras personas infectadas.
- No compartir peines y cepillos.
- Usar su propia ropa de cama.
desgraciadamente esto esta alguna vez en las casas, no es motivo de verguenza y lo que observo es que cada vez cuesta mas acabar con la plaga
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