jueves, 1 de noviembre de 2012

AMIGDALITIS


La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, las masas de tejido carnoso que cuelgan a ambos lados de la parte posterior de la garganta, cuya función consiste en prestar colaboración en la lucha contra los gérmenes que entran en el organismo a través de la boca.
Una infección viral o bacteriana puede causar amigdalitis. Se trata de una infección muy común en niños.

Los síntomas más comunes son:

  1. Dificultad para tragar.
  2. Dolor de oído.
  3. Dolor de cabeza.
  4. Fiebre y escalofríos.
  5. Dolor de garganta.
  6. Malestar en la mandíbula.


La amigdalitis es una enfermedad infecciosa adquirida por contagio, bien a través del aire (por medio de estornudos o al toser), o por contacto directo (como intercambio de saliva, contacto con objetos infectados, contacto íntimo...).

La causa más frecuente de amigadalitis es la colonización de la amígdala por virus que generalmente afecta al sistema respiratorio; existen otros virus como el responsable de la mononucleosis (enfermedad del beso), el herpes, o el VIH, también son causa de amigdalitis.
Otra de las causas más frecuentes de esta infección es la colonización de la amígdala por bacterias que habitualmente proceden de la propia piel, el tracto respiratorio o de la orofaringe. El tipo más frecuente de ésto es la amigdalitis estreptocócica, producida por una bacteria conocida como Streptcoco.
Los pacientes inmunodeprimidos o diabéticos pueden sufrir amigdalitis por la colonización de la amígdala por hongos patógenos.

Los siguientes consejos pueden ayudar para conseguir una mejora en cunato al dolor de garganta:

  • Tomar líquidos fríos o lamer paletas de helados.
  • Hacer gárgaras con agua tibia y sal.
  • Chupar pastillas que contengan bencocaína o ingredientes similares para reducir el dolor (no recomendable para niños pequeños debido al riesgo de atragantamiento y ahogamiento).
  • Tomar medicamentos que no precisen de receta médica, así como paracetamol o ibuprofeno para reducir la fiebre y el dolor. No administrar ácido acetilsalicílico a niños, debido a que este medicamento se ha asociado con el síndrome de Reye.

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