
Resulta más común en la infancia; mientras que el herpes zóster, más seria, y que consiste en la reactivación del virus es mucho más común en los adultos. La varicela afecta sobretodo a niños pequeños, especialmente entre los 2 y 8 años de edad;y entre mayo y enero se dan epidemias en niños de 3 a 4 años.
Las personas que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones asociadas a esta enfermedad son aquellas que presentan unas defensas reducidas, como los niños prematuros o menores de un año, y los recién nacidos cuyas madres han tenido la varicela durante el embarazo o mismo en el parto. Las embarazadas que no hayan pasado por esta enfermedad infecciosa deberán extremar las precauciones durante el embarazo, ya que durante los primeros meses de gestación o poco tiempo antes del nacimiento, esta enfermedad podría ocasionar múltiples trastornos e incluso malformaciones en el feto.

El período de incubación es de unas dos semanas, y una vez que se manifiesta el brote de la enfermedad, éste viene acompañado por fiebre, cansancio, dolor de cabeza y falta de apetito. El más característico es la aparición de manchas rojizas y planas, las cuales tomarán relieve poco a poco hasta convertirse en ampollas, que provocarán un gran picor y escozor. Éstas se rompen con gran facilidad y forman costras, que se desprenden y desaparecen alrededor de dos semanas.
Las manchas rojas se manifiestan por todo el cuerpo, en especial tronco y cuero cabelludo; y en ocasiones dejan una marca permanente. En casos más graves estas manchas se extienden por las extremidades y el rostro, y mismo se puede llegar a dar la aparición de llagas en la boca, párpados, vías respiratorias, recto y en la vagina.
A continuación, podréis observar varias medidas de prevención contra la varicela: prevención de la varicela
A continuación, podréis observar varias medidas de prevención contra la varicela: prevención de la varicela
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