VACUNA CONTRA LA VARICELA

En una de las entradas anteriores hemos hablamos sobre la varicela, sus síntomas y su forma de transmisión, adjuntando unas medidas de prevención para combatirla. Pero en esta nueva entrada nos centraremos únicamente en la vacuna que hace frente a la varicela.

En la mayoría de las ocasiones, la varicela se trata de una infección leve y no es potencialmente mortal; pero sin embargo, existen casos en los cuales la persona necesita hospitalización e incluso mueren como consecuencia de esta enfermedad.

La vacuna contra la varicela funciona muy bien en cuanto a la prevención de la enfermedad. No obstante, existen situaciones en las que personas que han recibido la vacuna contraen la enfermedad, con la diferencia de que el cuadro presentado será mucho más leve que el de una persona que no haya recibido la vacuna.

En cuanto a las edades a las que se debe vacunar, la vacuna debe emplearse a partir de los 9 meses, pero se recomienda que la primera dosis se realice entre los 12 y 15 meses. La segunda dosis se debe administrar a la edad de 4 a 6 años, aunque se puede administrar antes de esta edad, siempre y cuando hayan pasado al menos unos 3 meses desde la primera dosis. Los niños y adultos no vacunados y que no han pasado la varicela, deberán recibir dos dosis separadas de 4 a 8 semanas (preferiblemente antes de los 14 años). Y las personas de más de 14 años que hayan recibido una dosis previa y no sufrieran la enfermedad deberán recibir una segunda dosis. Además, en España existe un calendario vacunal de cada comunidad que se puede revisar.

Sin embargo, se recomienda a ciertas personas no recibir la vacuna contra la varicela. Las embarazadas no podrán vacunarse; y las mujeres que planeen quedar en estado deben tener en cuenta que por lo menos deben esperar un mes desde la vacunación para quedarse embarazada. Los niños o adultos que sean alérgicos al antibiótico neomicina o gelatina; los niños que por alguna razón estén tomando ácido acetilsalicílico; o as personas que presenten un sistema inmunitario débil a consecuencia de enfermedades como SIDA, cáncer u otros factores.

Finalmente, al igual que muchas otras vacunas y medicamentos, la vacuna contra la varicela puede ocasionar problemas serios como reacciones alérgicas graves.

Entre las problemas más leves podemos citar hinchazón o dolor en el lugar donde se aplicó la inyección, fiebre, o un pequeño sarpullido que puede llegar a permaneces durante un mes. Las convulsiones causadas por la elevada fiebre se pueden clasificar como un problema más moderado; y dentro de los problemas más graves se incluye la neumonía.