ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL

Enfermedades como la sífilis se conocen desde hace más de 20 siglos y en la américa precolombina eran consideradas como un castigo divino. Las enfermedades de transmisión sexual ETS son aquellas que se transmiten principalmente durante el sexo vaginal, anal u oral. La mayoría sólo afectan si se tiene contacto con alguien que está infectado, pero en algunos casos se pueden transferir de otras maneras.

Sus síntomas son diversos, siendo los más comunes la irritación, bultos, picazón, dolor cuando se orina y flujo inusual en los genitales. Pueden ser causadas por bacterias, virus, protozoos, hongos o artrópodos. Se consideran infecciones de elevada importancia, ya que causan una elevada morbilidad y numerosas invalideces. En los últimos años volvieron a elevarse porque la sociedad ha ido perdiendo miedo al virus del SIDA, por eso en los últimos años su tendencia ha sido muy variable y heterogénea. Asimismo suponen importantes costes económicos y sociales.

Como peculiaridad se puede destacar que en algunos casos son asintomáticas y generalmente no producen ningún tipo de inmunidad. Existe gran variabilidad en su curso clínico y el patrón epidemiológico claramente está relacionado con costumbres sexuales.

En el 2011 la OMS diagnosticó 450 millones de casos nuevos y 90% en países en desarrollo.

La mayoría de los casos se da en hombres, las edades más afectadas van desde los 30 a los 39 años y las vías de transmisión dependen del sexo. Los hombres contraen más enfermedades cuando mantienen relaciones homosexuales, mientras que las mujeres se infectan con más frecuencia en las relaciones heterosexuales.

Prevención de la enfermedades de transmisión sexual o ETS.

Se realizan anualmente campañas de prevención y el día 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de las ETS y el SIDA. Es importante tener conocimiento suficiente de la naturaleza y características de la enfermedad que se padece y tener participación activa en el tratamiento. Por otra parte se debe de prevenir evitando contactos sexuales con parejas habituales hasta que hayan sido examinados y tratados y colaborar en la localización de contactos. Esta última puede ser realizada por el personal sanitario (lo que supone un elevado coste y por eso solo se suele utilizar excepcionalmente), por el propio paciente (que es la más común) o un sistema mixto.

Como conclusión, debemos de ser precavidos y utilizar en todas las relaciones sexuales el preservativo (económico y de fácil adquisición) que, además de proteger contra este tipo de enfermedades evita muchos embarazos no deseados.