Las enfermedades que están relacionadas con productos lácteos son más frecuentes de lo que se piensa. Esto se debe a que en la leche suelen ir protozoarios, bacterias y virus causantes de diversas enfermedades, como la brucelosis (enfermedad propia de los animales, pero que se puede contagiar al hombre por la vía digestiva).
La BRUCELOSIS, constituye un ejemplo clásico de zoonosis transmitida por la leche, es decir, que el reservorio de esta bacteria son los animales y, principalmente, aunque no los únicos, los domésticos como vacas, ovejas, cabras y cerdos. La infección entre ellos es muy contagiosa, principalmente a través de la ingesta de tejidos o leche o mediante transmisión venérea.
En el caso del hombre, puede adquirir la enfermedad principalmente por vía digestiva, sobre todo a través de la ingesta de leche o derivados lácteos que no han pasado los pertinentes controles sanitarios. También existen otras vías de infección como son la respiratoria por inhalación, la cutánea o la conjuntival por inoculación, lo cual necesariamente implica un contacto directo con los animales infectados.
En el caso de que el hombre haya sido infectado, va a experimentar un periodo de incubación que suele oscilar entre 10 y 20 días a partir de los cuales se desarrollará la enfermedad. Aparecerán síntomas generales, entre los que predomina:
- Fiebre, acompañada normalmentea de escalofríos-sudoración.
- Aproximadamente el 30% de los pacientes presentan síntomas respiratorios dominados por la tos con o sin expectoración.
- 20% tienen síntomas digestivos con estreñimiento, menos habitualmente diarrea y dolor abdominal.
Se adjunta un enlace de una página dedicada a la Investigación de la Brucelosis:
http://www.unav.es/redbrucelosis/netscape/objetivos.htm
La leche y los productos derivados de la leche son muy beneficiosos para la nutrición. Sin embargo, la leche sin pasteurizar puede contener peligrosos microorganismos que pueden poner en riesgo su salud y la de su familia.
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