La
tuberculosis es una enfermedad pulmonar contagiosa que se transmite por el
aire. Los bacilos de la tuberculosis salen de la persona enferma cuando tosen,
estornudad, hablan o escupen. Cuando una persona contacta con la enfermedad,
ésta puede manifestarse o quedar encapsulada hasta un momento de bajada de
defensas u otros problemas. Es lo que se conoce como infección latente.
Entonces se hace una caverna en el pulmón que hace que los bacilos puedan salir
al exterior. Cuando el sistema inmunitario no logra controlar la infección los
bacilos se multiplican y dañan el organismo. Se calcula que sin tratamiento
cada persona infectada por este patógeno se lo transmitirá a unas 10 o 15
personas cada año.
Los síntomas más frecuentes que presenta son cansancio intenso, malestar general, sudoración abundante, pérdida de peso y sangre en los esputos. Asimismo pueden estar acompañados de tos seca, persistente, con temperatura corporal entre los 37 y los 37.5º. En algunas ocasiones puede no aparecer ningún síntoma.
Los síntomas más frecuentes que presenta son cansancio intenso, malestar general, sudoración abundante, pérdida de peso y sangre en los esputos. Asimismo pueden estar acompañados de tos seca, persistente, con temperatura corporal entre los 37 y los 37.5º. En algunas ocasiones puede no aparecer ningún síntoma.
Al igual que
en muchas de las otras enfermedades transmisibles lo mejor es la prevención. Éste
estaría compuesto por varios niveles. El primer nivel lo formarían los
profesionales del sistema sanitario, que cuando encontraran algún caso de
infección lo remitirían a las Unidades de Prevención y Control de Tuberculosis,
componiendo así el segundo nivel. Las unidades de tuberculosis tienen que
atender a la atención primaria, VIH, UAD, prisión, justicia, etc.
Las UTB
proporcionan el tratamiento y se encargan de comprobar si está siendo bien
administrado y si los bacilos son sensibles a él. Este tratamiento dura 1 año y
algunas personas lo quieren dejar, ya que consta de 4 fármacos y ya no
manifiestan los síntomas, creyendo que están curados.
En algunos
casos el personal de enfermería o los trabajadores sociales son los encargados
de subministrar los medicamentos.
Generalmente son los pacientes los que acuden a la consulta, pero en el caso de
que no puedan ir los profesionales acudirán a su domicilio. Con este
tratamiento hay un porcentaje mayor de curaciones. La prueba utilizada para detectarla es el mantoux, de ella hablaremos en próximas entradas.
Actualmente
en el mundo un tercio de la población está infectada, pero sólo entre en 5 y el
10% desarrollan la enfermedad de forma activa. Galicia es la 2º comunidad
autónoma en incidencia de tuberculosis, por detrás de Melilla. España tiene uno
de los datos más elevados de la Europa rica. Al mejorar la calidad de vida con
el paso de los años, hay menos posibilidades de poder desarrollar la enfermedad. En los últimos días se anunció que una empresa gallega está fabricando una nueva vacuna contra la tuberculosis. Se puede ver en el enlace adjunto a continuación, haciendo click sobre la imagen.
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